La Autoritat Portuària de Balears (APB) ha reconsiderado su intención de ubicar en la antigua sede de la entidad un hotel de lujo, y apuesta ahora para que sea reconvertido en el futuro Museo Marítimo de Mallorca. No desiste, sin embargo, de su intención de que en el Moll Vell haya un hotel, y propone como alternativa para ubicarlo el solar donde estaba en su día el antiguo economato.
El presidente de la APB, Alberto Pons, sigue apostando por el objetivo estratégico de urbanizar las zonas próximas al Port de Palma, así como de optimizar todos los inmuebles y servicios, con el fin de acercar el puerto a la ciudad.
Proyectos
El nuevo hotel, tras desestimarse la elección de la antigua sede de la APB, que contaba con el beneplácito del propio Pons, se instalará en el solar del antiguo edificio que albergó el economato de la APB, pero para ello debe ser enajenado del Ministerio de Administraciones Públicas por el Consejo de Ministros y después debe modificarse su uso en el Ajuntament de Palma, con el fin de convocar luego un concurso público.
La antigua sede de la APB, que se construyó en 1930, albergará el Museo Marítimo de Mallorca en sus tres plantas, que suman en total unos 3.000 metros cuadrados.
Si ambos proyectos salen adelante, este muelle comercial, hasta no hace muchos años con una actividad puramente industrial, acabará siendo, según fuentes de la APB, «una zona urbana, náutica y de servicios para uso y disfrute de los ciudadanos de Palma, turistas y cruceristas». En este contexto, la Asociación de Amigos del Museo Marítimo de Mallorca, tras los muchos vaivenes que se han producido en los últimos diez años, califica la decisión de la APB de positiva. «Es hora de que se haga realidad el Museo Marítimo de Mallorca y pensamos que la antigua sede de la APB es un lugar ideal, así como otros que hay en el Port. Lo único que queremos es que sea una realidad el museo», indica Hortensia Blanco, miembro activo de la Asociación de Amigos del Museo Marítimo.