«Los trabajadores nos piden huelga en Navidad, Semana Santa e indefinida a partir del 15 de junio». Así lo anunció ayer el presidente del comité de empresa de Emaya, Miguel Ángel Romero. Además, «nos vamos a manifestar por todas las barriadas para contarle a los ciudadanos la verdad; lo que el señor Garau no hace, no limpia y no recoge».
Romero explicó que los empleados están muy preocupados por cómo les afectará la tecnificación de la empresa y rechazan que 28 peones del turno nocturno de recogida pasen al diurno de limpieza. El presidente de Emaya, Andreu Garau, reiteró que no habrá despidos, pero Romero añadió que no se cubrirán 28 jubilaciones y no se renovarán 52 contratos. También criticó que las barriadas «que están más allá de Avingudes, se están limpiando en días alternos y en algunas zonas ni eso». Además, destacó que en los empleados hacen un esfuerzo que permite ahorrar 5,5 millones al año.
Contadores.
El socialista Andreu Alcover denunció que Emaya da de baja 50 contadores al día por impagos, pese a tener 5,5 millones de beneficios. Garau lo negó y aseguró que cada día dan de baja 7 contadores y 6 de alta.
Además, el pleno aprobó ayer reducir un 45,07 % la factura a las 4.000 familias que tienen bonificaciones por acreditar pocos recursos económicos. También se aprobó, a propuesta del PSOE, participar en la mesa de trabajo que el Consell de Mallorca impulsará -en colaboración con Cruz Roja- para conocer los problemas que tienen las familias para pagar la luz y el agua.
Molinar.
La ampliación del Club Marítimo del Molinar fue uno de los puntos más polémicos del pleno. Se produjeron 12 intervenciones de entidades, en las que se pudo constatar la división que existe. Los partidarios de la ampliación advirtieron que de lo contrario se perderá la concesión y vendrá un inversor de fuera que hará un mega proyecto. Los detractores aseguraron que la ampliación es desmesurada, desfigurará la barriada y alterará las corrientes marinas. Los pescadores expusieron que se perderán 100 empleos. La oposición pidió la retirada del proyecto y el equipo de gobierno lo dejó en manos de los técnicos, que han expresado que no tienen toda la información.
Iglesia.
El portavoz de Més, Antoni Verger, acusó a Catalina Cirer y a Rodrigo de Santos de prevaricación por haber cedido el pleno dominio de cinco solares a la Iglesia, pese a que un informe técnico decía que no se podía hacer; sí ceder el uso. El teniente de alcalde d'Urbanisme, Jesús Valls, precisó que hay una adenda que prevé cambios de planeamiento, por lo que se podría pasar a patrimonial para cederlos a la Iglesia. Además, anunció que encargará un estudio sobre el grado de ejecución del convenio. El alcalde Mateo Isern se comprometió a analizarlo y si es ilegal «no tardaré 10 segundos» en actuar.