El alcalde de Palma, Mateo Isern, reconoció ayer su preocupación por la autorización judicial para incluir en el Registro de la Propiedad de la parcela del hotel del Palacio de Congresos una nota preventiva, alertando de la existencia del contencioso que ha presentado Núñez y Navarro por la separación del solar del hotel y del Palacio de Congresos. «¿Quién va a comprar un hotel con una amenaza de que esa venta podría quedar anulada?», manifestó el alcalde. No obstante, hizo especial hincapié en que «el Palacio de Congresos se acabará con o sin venta del hotel y se explotará con o sin venta».
Demanda
Aunque aseguró que es un inconveniente, precisó que «es una petición de una anotación preventiva de demanda, que no impide pero complica muy seriamente la venta del hotel del Palacio de Congresos». Isern subrayó que «la demanda aún no se ha puesto, es muy probable que entorpezca, pero tengo serias dudas de que fructifique». En este sentido, vaticinó que «muy probablemente será desestimada y la venta podría llevarse a cabo en otro momento». El Ajuntament ha recurrido el contenciosos que ha planteado Núñez y Navarro contra la separación de la parcela del solar del hotel y de la del Palacio, realizada con la finalidad de posibilitar la venta del primero.
El alcalde adelantó que si se confirma la demanda «la vía que habrá será buscar la gestión del hotel y del Palacio; no imposibilita el tema, sino que cambia otra vez el panorama». En este punto, recordó que tiene acordado con el president del Govern, José Ramón Bauzá, que «una vez que se haya hecho el pago a Acciona, que será en cuestión de semanas, se comenzarán las obras y se acabarán con la venta del hotel o sin la venta».
Isern recordó la complicada gestión del Palacio de Congresos, cuyas obras llevan paralizadas desde julio de 2012, porque a Acciona se le deben 42 millones de euros; los trabajos pendientes por ejecutar está cifrada en 36,5 millones de euros. «Estamos luchando en circunstancias provenientes del pasado, que nosotros no podemos modificar». No obstante, aseveró que aunque «es un inconveniente, no estamos aquí para llorar los inconvenientes sino para resolverlos; y no dude que lo haremos».