El Ayuntamiento de Palma ha aprobado hoy, gracias a los votos favorables del PP y la oposición de PSIB y MÉS, la congelación de todos los impuestos y tasas municipales del próximo año, así como una modificación de la normativa del taxi que ha provocado la protesta de taxistas en el pleno celebrado hoy.
Cort ha acogido hoy una nueva reunión plenaria en la que el Gobierno municipal de Mateo Isern (PP) ha defendido que no se suban ninguno de los 40 impuestos, tasas y precios municipales.
De hecho, el primer edil anunció en un acto de partido hace unas semanas que no incrementaría de aquí a final de legislaturas la presión fiscal a los ciudadanos.
Con ocasión del debate municipal, el regidor socialista Andreu Alcover ha criticado que el gobierno municipal haya reducido a la mitad los servicios que se prestan a los ciudadanos y, mientras tanto, haya duplicado la deuda para pagar a los bancos y el gasto corriente.
A pesar de esa congelación, Alcover ha asegurado que Isern pasará a la historia de Palma como el alcalde que más ha subido los impuestos municipales. «Se trata de números, esto no se puede discutir», ha apostillado.
El responsable económico del gobierno municipal, Julio Martínez, ha dicho que le daba la impresión de que la intervención del regidor socialista era propia del festival del humor del Auditorio de Palma porque o bien se hacen recortes o bien se gasta más, «pero las dos cosas al mismo tiempo no se pueden hacer».
Presión fiscal
Martínez le ha respondido que quien más ha incrementado la presión fiscal ha sido la exalcaldesa socialista Aina Calvo con una «cesta de impuestos y la calvotasa», con el único fin de «gastar más», mientras que el actual ejecutivo municipal se ha visto obligado a devolver la deuda heredada.
El regidor de Hacienda ha denunciado la «falta de rigor presupuestario» del gobierno municipal de la pasada legislatura, que en opinión de Martínez habría sido «fichado» en Grecia.
Además, el pleno ha aprobado hoy la modificación de la ordenanza municipal del taxi durante la temporada baja, que establece jornadas de 16 horas ininterrumpidas, computando comidas y descansos y controladas a través del taxímetro.
El regidor de Movilidad del Ayuntamiento de Palma, Gabriel Vallejo, ha declarado a los periodistas que se trata de ofrecer más flexibilidad laboral a los taxistas y ha subrayado que se trata de una medida voluntaria.
El objetivo es compatibilizar la vida familiar y laboral, ha explicado Vallejo, que ha asegurado que habrá más taxis en las horas que los ciudadanos los requieren más y menos en las horas muertas.
Sobre la falta de acuerdo del sector sobre este cambio, el regidor ha señalado que «lamentablemente» los taxistas están muy divididos y siempre hay protestas «haga lo que se haga».
De hecho, los taxistas asociados a la Pimem, junto con los de la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi y ATP, están en contra de esta medida.
Consideran que esta posibilidad «descompensa» el resto de turnos, puesto que, según el vicepresidente de los taxistas asociados a la Pimem, Pau Arias, «lógicamente» escogerán las horas en las que hay más trabajo.
Además, critican que esta nueva regulación no se haya consensuado con el sector, ni se haya tratado en el seno de la comisión del taxi.
Un grupo de taxistas ha protestado hoy a las puertas de Cort mientras se celebraba el pleno y ha pedido su dimisión.
Junto a ellos también se han concentrado un grupo de trabajadores de la EMT de Palma para protestar por las agresiones que padecen en este servicio público. Desde el pasado mes de enero, los conductores municipales han sufrido 47 agresiones físicas y verbales.
El gobierno municipal se ha comprometido a ampliar el número de mamparas de protección en las líneas más conflictivas.
En el pleno de hoy, a propuesta del PSIB, se ha aprobado un comunicado de apoyo a estos trabajadores municipales.