El programa de turismo senior que impulsó el Gobierno en 2009, a través de la Secretaría de Estado de Turismo, ha dejado de existir tal y como se proyectó en su día, ya que la falta de financiación estatal y autonómica lo han hecho inviable. Bruselas, además, se opone a la concesión de subvenciones para impulsar los viajes en Europa y se decanta más por la participación privada, en este caso los touroperadores, que habían quedado al margen en el proyecto original.
Los últimos turistas senior europeos llegaron en mayo, sumando de enero a mayo 6.839 plazas en las Islas, que suponen en su conjunto unas 48.000 pernoctaciones y un impacto económico en Balears de tres millones de euros, según la sociedad estatal Segittur, que es la encargada de gestionarlo, aunque su comercialización ha corrido a cargo de Eurosenior.
Déficit y proyecto
Las comunidades autónomas, entre ellas Balears, no han podido formalizar en los dos últimos años el convenio de colaboración con el Estado por superar el déficit presupuestario legal, lo cual, según la Ley de Presupuesto, les veta para firmar convenios que supongan mayor gasto.
Esta circunstancia motivó que las regiones que colaboraban con este programa, caso de Valencia, Andalucía y Canarias, vieran mermada en un 50 % la llegada de turistas senior europeos, ya que sólo podían llegar los que subvencionaba el Estado.
Segittur, ante la falta de financiación, se ha visto obligada a acudir a Bruselas para llegar a acuerdos concretos y conseguir ampliar el programa, pero Bruselas no acepta programas con subvenciones estatales, de ahí que la única opción es que sean los propios touroperadores los que canalicen a estos turistas desde Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza o Escandinavia.
Para Segittur ésta es la opción más viable, «ya que propiciará que en 2014 lleguen turistas seniors europeos de un mayor poder adquisitivo de los que llegaban hasta la fecha, provenientes, de entre otros países, de Polonia, Chequia, Rumanía o Grecia».