La Audiencia de Palma ha condenado a Juan Manuel Morales Sierra, el joven palmesano que en octubre de 2012 tenía previsto sembrar la Universitat de les Illes Balears (UIB) de explosivos, a cuatro años de cárcel por un delito de tenencia de explosivos.
Esa pena, un año inferior a la que solicitaba el Ministerio Fiscal, corresponde a una conformidad de las partes, y el tribunal aplica, asimismo, el atenuante de trastorno de la capacidad volitiva de Morales Sierra, en prisión desde que fue detenido en su domicilio de Palma inmediatamente despues de recibir las sustancias para fabricar bombas.
Según señalan los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia, Morales Sierra, de 22 años, estuvo reiteradamente en los primeros meses de 2012 consultando páginas web relativas a matanzas en institutos americanos y alemanes».
En esas páginas, «se detallaba la fabricación tanto de armas como de explosivos caseros así como materiales necesarios para su fabricación».
Trastorno
El joven «que sufre un trastorno paranoide de la personalidad con rasgos psicopáticos», de acuerdo al examen psiquiátrico al que fue sometido, tenía una diario personal manuscrito en el que recogía un plan denominado «Karma».
«En él detalla la forma de financiación, el equipo de ataque a la universidad, conseguir armas y productos a encargar», según señalaba la fiscal encargada del caso, Concha Ariño. Morales Sierra pagó 982 euros por las sustancias explosivas que recibió en piso que, una vez analizados resultó contener distintos elementos químicos que, combinados con sustancias combustibles de fácil adquisición en el mercado y un explosivo iniciador o detonador presenta una buena capacidad de explosión.
Además, también llevaba un diario personal manuscrito en el que incluyó un plan denominado «Karma» donde detallaba la forma de conseguir financiación, la creación de un equipo de ataque a la universidad, cómo conseguir armas y qué productos químicos encargar.
Según el tribunal, Juan Manuel Morales Sierra sufre «una leve merma en su capacidad volitiva que afecta a su capacidad de respuesta por motivos de escasa capacidad de afrontamiento de los problemas y situaciones propias de relaciones interpersonales, como resultado de disfunciones en su desarrollo personal, lo que atenúa levemente su responsabilidad criminal».