El obispo de Mallorca, Javier Salinas, aprovechó ayer el acto de toma de posesión del nuevo consejo episcopal para transmitir sus impresiones tras su reciente visita a Roma y las últimas declaraciones del papa Francisco.
Salinas interpretó los primeros gestos del nuevo papa en el sentido de que «se está produciendo un nuevo movimiento en la Iglesia», hablando a continuación de «tiempos nuevos» provocados por «los deseos de algo diferente». En opinión del prelado, «el ayer pesa como una losa en la Iglesia», precisando que la nueva etapa «busca una renovación interior. El cristianismo siempre ha escapado a su agotamiento. Estamos en unos tiempos nuevos y esto no nos debe dar miedo».
Al finalizar el acto, el obispo Salinas se extendió en su opinión sobre las últimas declaraciones del papa Francisco en el sentido de que «no podemos olvidar que viene de Argentina. El quiere ser libre para hablar y no ser 'políticamente correcto', quiere huir del conformismo». Respecto a la posibilidad de que pueda ser acusado de osado en sus manifestaciones, Salinas optó por la prudencia e indicó que «ya se verá si va rápido», al tiempo que respondió con un escueto «no lo veo» ante la posibilidad de que una mujer puede llegar a ser nombrada cardenal».
Sintonía total
En el transcurso de una ceremonia que tuvo lugar en la capilla de Sant Pere de la Casa de l'Església, Antoni Vera tomó posesión del cargo como nuevo vicario general de la Diócesis, así como Antoni Vadell como vicario episcopal para la Evangelización, y Josep Adrover como cancillar-secretario general del nuevo Consejo Episcopal que preside el obispo Javier Salinas.
Todos ellos hicieron profesión de fe y promesa de fidelidad al obispo ante una numerosa representación del clero mallorquín, Cabildo de la Catedral y trabajadores de la Diócesis.
Antoni Vera, que sustituye en el cargo de vicario general a Lluc Riera, hasta ahora director de Càritas, reconoció que se siente «en especial sintonía con el papa Francisco», mientras que el nuevo vicario episcopal para la Evangelización, Antoni Vadell, dijo asumir el cargo «con ilusión, entusiasmo y responsabilidad».