La Comissió de Medi Ambient del Consell de Mallorca ha recibido hoy la autorización para la importación, con carácter inmediato, de algo más de 120.000 toneladas de residuos para su incineración en los hornos de TIRME de Son Reus.
Este 'combustible' procederá en su mayor parte del vertedero de Roma, 100.000 toneladas, además de los que se realicen desde las plantas de pretatamiento de residuos sólidos urbanos de Sabadell, unas 20.000 toneladas, y Molins de Rei, sólo 2.000 toneladas.
El acuerdo permite que la tarifa sobre el tratamiento de residuos para el próximo año quede, en la práctica, congelada o registre un incremento que se considera simbólico.
La consellera insular de Medio Ambiente, Catalina Soler, ha asegurado que el gobierno del Consell asume la petición de importar residuos de Tirme porque cumple con la condición imprescindible de no encarecer el coste para los ciudadanos del tratamiento de los residuos solidos urbanos.
Además, ha defendido que los análisis llevados a cabo cuando se quemó el primer «combustible sólido recuperado» procedente de Sabadell demostraron que estos residuos tratados expulsan a la atmósfera menos dioxinas y furanos que las basuras generadas en Mallorca que se incineran habitualmente.
Según Soler, las 122.600 toneladas de residuos importados supondrán la cuarta parte del total de desechos destruidos en la incineradora y los ingresos que reportará a Tirme esta importación, autorizada por un año, permitirán reducir la tarifa en casi un 10 %.