La inestabilidad meteorológica, pero, sobre todo, las lluvias caídas durante las últimas semanas están complicando los trabajos de vendimia que se llevan a cabo en la diferente zonas vinícolas de Mallorca. Así lo reconoce la gerente de la Denominació d'Origen (D. O.) Binissalem, Marga Amat, al manifestar que «está siendo un año difícil».
Primero, las temperaturas relativamente bajas registradas durante la primavera y principios de verano retrasaron la maduración y, ahora, las precipitaciones registradas han ralentizado la cosecha. Hasta esta semana solo se había vendimiado en la D. O. Binissalem un millones de kilos de uva, poco más de un tercio del total por recolectar.
El tiempo inestable también ha obligado a extremar el proceso de selección del fruto susceptible de ser vendimiado. Amat apunta que la uva está llegando sana a las cubas, pero para lograrlo se ha tenido que hacer un esfuerzo «bestial», llevando a cabo varias selecciones de los racimos. Si bien la añada, tanto por cantidad como por calidad, no será mala, si será una cosecha de «de mucho trabajo y difícil». «Se tendrá que hacer mucha selección y saber bien que entra en bodega», concluye la gerente de la D. O. Binissalem.
De similar manera se expresan desde la Denominació d'Origen Pla i Llevant de Mallorca, aunque detallan que algunas variedades se comportan mejor que otras, dependiendo de la capacidad de maduración de cada tipo de a uva, así como de la consistencia y resistencia de su fruto.