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Un centenar de padres piden por carta a Camps que retire el decreto de lenguas

Acudieron ayer a la Conselleria para entregar las misivas en las que reclaman diálogo

Las madres, padres y alumnos subiendo la escalera de la Conselleria.

| Palma |

Un centenar de padres y madres de alumnos de colegios e institutos de Palma, Binissalem, Marratxí, Sant Joan y de otros puntos de la Isla acudieron ayer a la sede de la Conselleria d´Educació para entregar una carta dirigida la consellera Camps en la que piden la retirada del TIL y que el Govern haga todo lo posible para parar la huelga.

Muchos de los padres, madres, niños e, incluso, alguna abuela llevaban la camiseta verde de Crida y acudían, cada uno con su carta aunque con un modelo estándar de misiva, a la Conselleria con la esperanza de que el Govern rectifique y se siente a dialogar con las organizaciones sindicales y con los docentes.

Preocupación

«Lo que nos preocupa es que los docentes no puedan resistir mucho tiempo haciendo huelga y sin cobrar su salario», afirmó una de las madres, poco antes de subir las escaleras que la conducían al registro de la Conselleria para entregar su carta a Camps.

Otra madre, que tiene a sus hijos estudiando en el IES de Binissalem, comentaba que «como padres queremos lo mejor para nuestros hijos» y puntualizaba que «nosotros no estamos en contra de que estudien inglés, lo que no nos parece bien es que el Govern quiera que los profesores impartan clases de matemáticas o de física en inglés sin estar preparados para ello».

Respeto

En cada una de las cartas entregadas ayer se especifica que «pido a la consellera, Joana Maria Camps, un respeto hacia la familias» y que «escuche las demandas del profesorado, que ponen su dinero, su tiempo y hasta su puesto de trabajo encima de la mesa en favor de lo que creen conveniente para una educación de calidad para nuestros niños».

Y, además, piden a Camps que la Conselleria haga todo lo posible para parar la huelga y garantizar una educación pública de calidad que cuente con el consenso de toda la comunidad educativa.

«Yo quiero que mi hija pueda ir a clase, pero que lo haga en condiciones», apuntaba una de las madres concentradas.

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