Cort aplicará la normativa del centro histórico en Platja de Palma y prohibirá que las tiendas tengan expositores en la calle, poner anclajes en la vía pública, colores estridentes y mobiliario de baja calidad. Estas son algunas de las medidas más destacadas del borrador de la ordenanza reguladora de la estética exterior de los establecimientos comerciales y de oferta turística complementaria en la Platja de Palma. Cort tiene previsto aprobarla inicialmente en el pleno de diciembre para que entre en vigor la próxima temporada turística. El teniente de alcalde de Turisme, Álvaro Gijón, adelantó que el alcalde de Llucmajor, Joan Jaume, se ha comprometido a aprobar la misma ordenanza para que se pueda aplicar en toda Platja de Palma. No obstante, la aplicación no será inmediata para los negocios ya existentes y tendrán un tiempo, aún por determinar, para adaptarse.
La futura ordenanza regulará las zonas privadas de uso público (espacios exteriores de los negocios) para equipararlos al uso que tienen los soportales de Jaume III. Gijón puso como ejemplo que en Platja de Palma hay negocios de 40 metros cuadrados, que ocupan un espacio exterior de 150 metros, y aseguró que esto a nadie se le ocurre hacerlo en los soportales de Jaume III.
Mobiliario
La nueva ordenanza hace especial hincapié en los colores y prohibe la utilización de los estridentes (rojo, amarillo, verde, etc) para toldos, carteles y el mobiliario de terrazas; limita el uso a colores claros (beige, ocre, blanco, etc) y lisos. Además, se prohiben las sillas y mesas de plástico con publicidad y se exige que los materiales sean de calidad (madera, hierro, bambú, etc). Tampoco se podrán instalar en el exterior máquinas automáticas de venta. Gijón también quiere regular el uso de aires acondicionados y prohibirlos en las fachadas, aunque sólo lo hará si hay consenso. Todas las partes afectadas tienen el borrador para realizar aportaciones.
La publicidad también está regulada y los colores de banderolas y rótulos deberán garantizar el ambiente del entorno. Así, se prohiben los colores vivos o muy llamativos y se especifican sus dimensiones. Las sanciones aún no aparecen en el borrador porque se consensuarán.
Gijón aseguró que «si empezamos a poner orden empezará a cambiar el tipo de negocios» para adaptarse al aumento de calidad de los hoteles.