La rotura de una tubería de Gènova, a pocos metros de distancia de la del pasado domingo, volvió a dejar ayer sin agua a Gènova, La Bonanova, Cala Major, Sant Agustí y Son Buit. La tubería reventó a las 11:30 horas y las previsiones de Emaya eran que la totalidad de los vecinos afectados no recuperarían el agua hasta la media noche, ya que aunque la tubería estaba cambiada a primera hora de la tarde el agua hay que darla poco a poco para evitar que reviente.
El alcalde Mateo Isern, que fue a visitar la avería, explicó que probablemente se ha producido al manipular el tramo que se rompió el pasado domingo, que se encuentra sólo a unos metros. El presidente de Emaya, Andreu Garau, recordó que hace unos meses ya hubo una rotura de esta tubería unos 200 metros más arriba y un poco antes en la zona de la Vileta. Por ello, se están planteando si bastará con sustituir esta tubería de Ponent o será necesario poner una nueva instalación.
El alcalde, que pidió disculpas por los cortes de agua, destacó que este año se invertirán como mínimo 15 millones de euros en renovar la red de agua potable y de saneamiento; los técnicos determinarán que zonas se cambian. Isern añadió que este dinero lo conseguirán mediante créditos bancarios, a los que ha sido posible acceder gracias al saneamiento de la empresa municipal que se ha realizado durante esta legislatura. Además, reiteró que en 2014 se incrementarán las inversiones para poder mejorar la red de agua potable y saneamiento. El alcalde reconoció que el Ajuntament lleva retraso en la renovación de estas infraestructuras y que «nos costará ponernos al día».