Lo malo de que llegue el final de agosto no es sólo dejar atrás las vacaciones de verano, sino el importante gasto económico que las familias con hijos escolarizados tienen que realizar para la ‘vuelta al cole'. Las diferencias varían entre los centros públicos o privados, pero los padres tendrán que desembolsar un mínimo de 250 euros por retoño, sin contar con la vestimenta.
La mayor partida irá destinada a los libros de texto. Un alumno de Educación Infantil (de 3 a 5 años) trabajará sobre ejemplares que habrán costado unos 200 euros. Uno de Bachillerato pagará casi el doble por sus manuales. En medio se encuentran los estudiantes de Primaria, con un gasto aproximado de 240 euros, y los de la ESO, que abonarán más de 300 euros.
Muchas familias se animan a encargar los libros desde que los colegios facilitan las listas en junio para poder pasar un verano más desahogado. Además, cada vez son más quienes prefieren adquirirlos en librerías directamente, ya que esto puede suponer un ahorro de hasta 60 o 70 euros con respecto al precio que ponen los colegios. Lo que no varía es el continuo cambio de libros de un curso a otro, lo que impide que se hereden y eleva la factura final.
El baile de cifras es similar en el material escolar, pero ya no depende sólo de la edad, sino del tipo de colegio. Los alumnos de los centros concertados y privados no necesitan comprar tanto como los de los colegios públicos. Por ello, muchos esperan a los días previos al inicio del curso, y, por el momento, las papelerías no notan gran afluencia de público. En cuanto al gasto, las diferencias entre los más pequeños y los preuniversitarios siguen siendo importantes, con oscilaciones de unos 50 euros.
Lo que no cambia pese a la difícil situación económica es el gusto de los niños por las marcas de moda. Aunque una mochila de marca blanca pueda costar 30 euros, las más vendidas son las de 40 o 50 euros.
A esta inversión se suma la compra del uniforme escolar. Pese a la clásica estrategia de adquirir prendas grandes que puedan quedar bien durante más de un curso, lo cierto es que su desgaste y el natural crecimiento de los niños hacen casi inevitable comprarlo cada año, y un uniforme completo cuesta de media unos 190 euros. A esta cantidad hay que añadir dos elementos más. Por un lado, la uniformidad deportiva, que si es completa (chandal de verano y de invierno) rondará los 120 euros. Por el otro, los zapatos, que varían entre los 35 y los 55 euros.