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Los puntos verdes de Son Castelló y Sant Jordi acogerán escombros

En la imagen se observa el punto verde del polígono de Son Castelló. | Jaume Morey

| Palma |

Los ciudadanos podrán llevar escombros de obras a los puntos verdes de Son Castelló y Sant Jordi a partir del próximo mes de septiembre, según anunció ayer el presidente de Emaya, Andreu Garau. No obstante, aún no ha decidido qué cantidad podrán depositar y recordó que actualmente está permitido tirar a los contenedores 30 litros. Garau argumentó que los escombros de obras representan el 80% de los residuos que se depositan en los vertedores ilegales, cuya limpieza tiene un coste muy elevado para el Ajuntament de Palma. En lo que va de año ya ha gastado casi 50.000 euros en la limpieza de vertederos incontrolados.

La regidora de Més, Marisol Fernández, manifestó su satisfacción por la puesta en marcha de esta iniciativa, ya que fue propuesta por los ecosoberanistas.

Voluminosos

Otra propuesta de Més que también adoptará el gobierno municipal es la habilitación de puntos en algunas calles de Palma para que los ciudadanos puedan depositar los residuos voluminosos (colchones, electrodomésticos, etc.). Garau es reacio a esta medida, ya que Emaya ofrece un servicio gratuito de recogida de trastos a domicilio y vaticina que dejarlos en la calle puede generar más suciedad. Sin embargo, reconoció que es necesario actuar y ejecutará la propuesta de Més.

Además, la comissió de Medi Ambient aprobó por unanimidad -a propuesta del PSOE- mantener limpio el trazado del tren de Sóller en su recorrido por Ciutat, para «evitar la degradación mediambiental y la deplorable imagen que reciben los turistas».

Por otra parte, Garau compareció para explicar el plan de acción de energía sostenible para Palma. Entre las acciones prioritarias destacan la utilización del vertedero de Son Reus para suministrar combustible a la flota municipal de vehículos; un proyecto de biomasa en San Jordi para alimentar energéticamente a Platja de Palma; la utilización del calor de los fangos de las depuradoras para calentar el agua de la piscina de Sant Jordi o el proyecto de la turbina hidráulica Cúber Lloseta, entre otras medidas. El Ajuntament solicitará financiación a la UE para ejecutar estos proyectos.

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