El Govern pagará directamente la deuda que mantiene el Consell con los proveedores de la institución insular, y que ronda los 30 millones de euros, según detalló ayer la consellera d'Hisenda de la institución insular, Margalida Roig. La consellera explicó que se trata de facturas pendientes hasta el 31 de mayo, pero que en algunos casos se remontan a años atrás. Será el Govern quien pague ya que así lo permite el nuevo plan de pagos aprobado por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
El pago a proveedores fue uno de los asuntos que se abordaron en el pleno ordinario del Consell, en el que el PSOE presentó además una moción para exigir al Govern que pague de una vez los más de 300 millones de euros que le debe. La propuesta se aprobó por unanimidad y Roig aseguró que se mantienen conversaciones «a diario» para que el Ejecutivo pague lo que debe.
Las cuentas
Explicó que en 2012 el Consell recibió 133 millones del Govern, menos de lo que le corresponde, y que durante 2013 el Ejecutivo paga 14,3 millones al mes al Consell que también es menos de lo que le corresponde. Para la socialista Rosario Sánchez, el ejecutivo que preside Maria Salom debería ser mucho más contundente con el Govern a la hora de exigir el pago de la deuda.
En la misma sesión plenaria, todos los grupos políticos votaron a favor del código de transparencia y de buenas prácticas de la institución que obliga a detallar en qué se gasta el dinero el gobierno y los grupos políticos. El código ético obliga además a consignar y entregar los regalos que reciben los consellers en función de su cargo, ya sean del gobierno o de la oposición.
El conseller de Més Joan Font afirmó que gracias a actuaciones como la de ayer, el Consell se está convirtiendo en una de las instituciones más transparentes, pese a lo cual también reconoció que los ciudadanos no se fiarán de los políticos mientras se produzcan hechos como el del extesorero del PP, Luis Bárcenas.
La presidenta de la institución, Maria Salom, reconoció que la imagen de los políticos no se encuentra en su mejor momento, pero también afirmo que el código ético es un importante paso adelante en transparencia que permitirá que los mallorquines conozcan en qué se gasta el dinero el Consell.