La vanguardia contra los recortes educativos y del catalán en los centros escolares ha decidido decir «basta» y plantar cara al Govern con contundencia. La Assemblea de Docents de les Illes, reunida ayer en el Teatre Municipal de Manacor y que agrupó a unos 300 maestros y profesores, apostó por una huelga indefinida que se iniciará el 13 de septiembre, coincidiendo con el comienzo del curso escolar.
Las portavoces Marina Llobera y Laura Calafell explicaron que dicha asamblea «es un movimiento de base que defiende una escuela pública, laica, en catalán y de calidad». Por ello, crearán una red en todos los colegios e institutos para que los docentes y sindicatos se sumen a esta iniciativa «hartos de recortes, acusaciones, insultos y difamaciones que nos han llevado a una situación casi insostenible». «El acto de hoy -por ayer- es para que sepan que basta y que estamos dispuestos a sacrificarnos», manifestaron.
Motivos de la huelga
En el acto se exhibió el video que expone «todos los motivos para ir a la huelga», un video que ha sido denunciado por el propio Govern por «violencia de género» y que incluye imagenes de bofetadas de clásicos del cine que se comparan a las «bofetadas sufridas por el sistema educativo». Desde la Assemblea se acusó al Ejecutivo de querer «banalizar la violencia».
Con la huelga indefinida, los docentes pretenden forzar al Govern a negociar una rectificación de la política educativa, la eliminación del decreto de trilingüismo TIL y que se mantengan los actuales proyectos lingüísticos de cada centro, que se recuperen interinos para volver a las plantillas anteriores, así como una rectificación en las ratios de alumnos por aula.
Desde la organización consideran que esta fórmula de presión «permitirá que cada uno de los maestros y profesores pueda hacer huelga a su medida y según sus circuntancias ya que se podrá realizar por días». Algunos convocantes denunciaron la «intimidación sufrida por parte de Delegación del Gobierno y de la Policía Nacional para intentar evitar este acto hasta llegar a presionar al Ajuntament de Manacor».