Marienna Sánchez-Jáuregui renunció a la alcaldía de Eivissa pero confirmó que se queda como concejala del equipo de gobierno contra la voluntad del Partido Popular, que ayer mismo inició el expediente que debe valorar su expulsión por no entregar su acta de regidora. «No se me caen los anillos por pasar de ser la número a ser la número once», destacó la exalcaldesa, que en la rueda de prensa que ofreció tras dimitir ante el pleno de la Corporación, confirmó que como edil popular votará a favor de su sucesora, Pilar Marí, que tendrá que ser nombrada alcaldesa, en otro pleno extraordinario, en un plazo máximo de diez días.
Sobre la intención del PP de expulsarla del partido, Jáuregui consideró que quedarse el acta del concejal para cumplir su «compromiso con los ciudadanos, no es causa de expulsión del partido». «Habrá que esperar a ver si se inicia el expediente y cuáles son los resultados, mientras tanto soy del Partido Popular», señaló, y destacó que tampoco tiene problemas en integrar el grupo mixto en caso de que finalmente es expulsada.
Despedida
Un mes después del anuncio de su dimisión, en un pleno extraordinario de casi una hora, Jáuregui se despidió atacando a propios y ajenos por reclamarle su renuncia. Lo hizo con el «privilegio» del último turno de palabra de la sesión y con un discurso plagado de críticas en el que acusó a los concejales del PP de haber participado en un «complot» y en el que insistió en que «no existe causa objetiva» para su dimisión. «Sinceramente no alcanzo a comprender cómo en dos años he pasado de líder a reo», aseguró Jáuregui, que insistió en que su renuncia es el resultado de una «feroz y tendenciosa campaña mediática» y que acusó a los ediles del PP de haber hecho «como el avestruz» y de no haber «movido un dedo a su favor» pese a que, según cree, en el último pleno rebatió «fehacientemente» el informe de conclusiones de la comisión de investigación del caso Prensa Pitiusa que pidió su renuncia.