El PSIB apunta alto y da por hecho que el BalearGate, que es como han bautizado al espionaje de cargos de la oposición admitido por el PP, salpicará a la cúpula nacional del partido y que el propio Rajoy tendrá que dar explicaciones.
Según Pilar Costa, portavoz de la Ejecutiva del PSIB, «lo de menos» es a qué cargos investigó el PP, sino «lo que da a entender Miquel Ramis» en referencia a un comentario del diputado y ex secretario general ‘popular'. Ramis, tras admitir que se habían abonado 4.176 euros a una agencia de detectives, afirmó que «si hubiéramos tenido que hacerlo, a lo mejor» también se habría investigado a jueces y fiscales.
Pilar Costa informó de que su partido pedirá explicaciones a la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría, y a los ministros de Interior y de Justicia, Jorge Fernández Díaz y Alberto Ruiz-Gallardón, respectivamente. Los socialistas consideran que este caso es «una derivación más del ‘caso Gürtel'», pese a que el PP trata de circunscribirlo a Balears. Costa recordó que fue a partir de unas facturas de la contabilidad del PP aparecidas durante la investigación de aquella trama, cuando Ramis admitió que se había pagado a una agencia de detectives.
Lineas rojas
Costa expresó ayer su convencimiento de que lo que ahora ha trascendido «está relacionado» con algo que sucedió en 2011. Concretamente en abril, cuando el PP balear decidió modificar su estrategia de defensa ante casos de corrupción que afectaban a sus cargos y se fichó al exfiscal Gordillo. Entonces, según recordó ayer Costa, el propio Bauzá advirtió que no toleraría la persecución de militantes y «lanzó advertencias a políticos, jueces y fiscales». Según Costa «todo esto es gravísimo». Y añadió: «el PP ha traspasado todas las líneas rojas».
Margarita Prohens (PP) acusó ayer a la oposición de «montar un circo» y anunció que el president Bauzá no comparecería ante el Parlament, como ayer reclamaron PSIB y Més.