La destrucción de puestos de trabajo en el sector de la construcción, uno de los más perjudicados por la crisis, aún no ha tocado fondo. Desde principios de año, la afiliación del número de trabajadores del sector, tanto autónomos como del régimen general, se ha reducido cada mes de forma consecutiva. El descenso medio es de 2.000 empleados en relación al mismo mes del año anterior, desde enero a abril, según datos de la asociación de constructores de Balears.
«Esto pone de manifiesto que aún no hemos tocado fondo», señaló el director de la asociación, Manuel Gómez. Sin embargo, en estos momentos sí que hay un pequeño repunte en la edificación. A final del año pasado se licitaron más obras que se han ejecutado en el primer trimestre de 2013. «Si una empresa tiene trabajo, necesita empleados, ¿pero quién lo realiza?», se preguntó Gómez. Ante este escenario, el director de la asociación apuntó a la economía irregular. Precisamente los sindicatos han denunciado el empleo sumergido en la construcción, además de en otros sectores, en más de una ocasión.
En cualquier caso, las obras que se han licitado hasta el momento «no bastan para crear empleo». La inversión extranjera para construcciones unifamiliares ha empezado a remontar, pero «no es suficiente», manifestó Gómez. Según la patronal, para la recuperación de puestos de trabajo en el sector es necesaria la obra pública y la edificación residencial, bien de nueva planta o reformas. En este sentido, confían en las actuaciones de inversión anunciadas por el Gobierno en relación al mantenimiento de carreteras y al Plan de Vivienda para el fomento del alquiler.