La gerente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Inmaculada Benito, ha reclamado que «saquen el dinero de donde sea» para concluir la construcción del Palau de Congressos, actualmente paralizada, ya que es «la única infraestructura» que atraerá visitantes en temporada baja.
Benito ha señalado, en el marco del Gran Debate Hotelero que se desarrolla hoy en Palma, que el Palau de Congressos puede llegar a atraer a unas 80.000 personas en temporada baja a través, entre otros asuntos, del turismo de negocios.
En el encuentro, que reúne a los profesionales más activos del sector hotelero, la gerente de la FEHM ha destacado la necesidad de concluir con el Palau de Congressos como una manera de incentivar el turismo, ya que actualmente Baleares «no es competitiva», a pesar del aumento del número de visitantes y de las previsiones de una buena temporada.
Benito ha explicado que están «sobresaturando las infraestructuras públicas y privadas» para que el sector pueda mantener el mismo nivel de ingresos, que lo que conseguido aumentando un 17 % el número de clientes desde 2008 (año de la crisis).
«No estamos siendo capaces de vender nuestro producto al precio que correspondería y colocarlo en el mercado (...) Estamos perdiendo competitividad, la oferta no ha crecido, ha crecido la estacionalidad, somos un modelo menos sostenible y menos competitivo», ha insistido Benito.
En este sentido, se ha apoyado en que el PIB turístico aporta cada vez menos al PIB nacional; así, en Baleares, a pesar de ser líder en el sector, llega al 19,7 %, inferior al nacional del 25,2 %.
Por esta razón, la gerente de la FEHM ha apuntado a resolver «problemas estructurales» a través de la mejora de la conectividad, la regeneración de zonas turísticas, diversificación del producto, la creación de una agenda de la competitividad que mejore la accesibilidad del producto, aligerar la normativa, innovación y pensar en «en horizontes empresariales más amplios» y a largo plazo.
El cumplimiento de estos objetivos son necesarios, en opinión de Benito, porque las islas tienen que estar preparadas para cuando acabe «el momento dulce» que viven en relación a la llegada de un gran número de turistas.