El pleno del Consell de Mallorca aprobó ayer, sólo con los votos del PP, la modificación del contrato con Tirme para que pueda importar, de forma legal, residuos del exterior para ser incinerados en la planta de Son Reus.
Aún así, según precisó la consellera insular de Medi Ambient, Catalina Soler, no está previsto, «de momento», reanudar los envíos. Por un lado, porque en los meses de verano (así lo dispone el acuerdo) no puede traerse residuos a Mallorca. Por otro, «porque hay que hacer cuentas» y que sea rentable para la concesionaria.
«Hay que hacer rentable la incineradora y así se podrá rebajar la tarifa de residuos», dijo la consellera insular respondiendo a preguntas al respecto de la oposición.
Según la consellera, los envíos anteriores de Sabadell (que el Consell suspendió) «no sirven» ya que «no salieron las cuentas, no pagaron nada» y «no afectan a la tarifa» de 2013, que se tiene que aprobar en los próximos meses.
La consellera entiende que ya no podrá seguir congelada como ha ocurrido en los dos últimos años. Tampoco ha hecho números sobre qué tipo de incremento habrá que aplicar.
El PP rechazó todas las alegaciones presentadas por la oposición y organizaciones sociales para «evitar que Mallorca sea el basurero de Europa»