La defensa del exconseller de Comercio, Industria y Energía Josep Juan Cardona ha atribuido las acusaciones efectuadas por la exgerente del Consorcio de Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB) Antònia Ordinas -ambos acusados en el juicio del caso Scala- a que «es evidente y notorio» que ésta ha desarrollado «una gran animadversión» contra él, tal y como ha subrayado durante la exposición de su informe definitivo en la recta final de la vista oral.
«No puedo entender que el ejemplo de arrepentido en una causa sea la señora Ordinas», ha manifestado el abogado Miquel Arbona, ante las rebajas en las peticiones de pena que la procesada ha obtenido a raíz de su colaboración con las investigaciones, y después de que el fiscal anticorrupción Pedro Horrach haya apuntado a 31 indicios incriminatorios contra el «líder de la banda» que «saqueó» el CDEIB durante el último mandato de Jaume Matas (2003-2007).
Según ha manifestado, durante el juicio «ni siquiera» Ordinas ni el exdirector general de Promoción Industrial Kurt Viaene se han puesto de acuerdo en decir «quién repartía» el dinero negro procedente de esta presunta trama de desvío de fondos públicos a través del Consorcio, a pesar de lo cual sí han coincidido en señalar que «el capo 'di tutti capi' es Cardona». «Son declaraciones en la que se busca implicar a Cardona y rebajar su responsabilidad», ha añadido el letrado.
Más en concreto, Viaene afirmó que quien recibía las comisiones por parte de diversos empresarios era Ordinas, quien luego las repartía, mientras que él mismo llegó a entregar personalmente a Cardona cinco sobres con 20.000 euros cada uno «en su despacho de Son Rapinya» -donde estaba ubicada entonces la sede de la Conselleria de Comercio-.
El abogado ha incidido en que, cuando Cardona presidía el CDEIB, únicamente le pasaban los documentos que debía firmar pero nunca los expedientes completos, tal y como ya puso de manifiesto el acusado durante su declaración ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma. Una respuesta que llevó al fiscal a espetarle: «No le voy a decir cuántos casos llevo, pero me los miro todos».