El conseller d'Hisenda i Pressuposts, Vicent Marí, se estrenó ayer en el Parlament extendiendo la mano a la oposición para buscar un acuerdo sobre el cambio de sistema de financiación y dejando de lado los reproches a la oposición. Aunque sí recordó que el actual sistema, que ahora quiere cambiar, se aprobó con el voto en contra del PP (gobernaba el PSOE), evitó las críticas a la 'gestión heredada' que aún es un elemento recurrente en las intervenciones del president Bauzá.
Marí, respondiendo a una interpelación del socialista Marc Pons, afirmó que él viene a trabajar «en beneficio de todos» y proclamó «la imperiosa necesidad de revisar el sistema de financiación autonómica» que, dijo, ya reclamó el president balear en la última conferencia de presidentes.
«Es urgente la reforma del sistema de financiación y le tendemos la mano», dijo el conseller, que añadió que espera el concurso de entidades de la sociedad civil.
El socialista Pons agradeció la oferta pero reclamó concreción. Recordó que el sistema de financiación que ahora critican fue el que permitió al Govern disponer de más presupuesto garantizado. Le recordó que aún tiene que reclamar las inversiones estatutarias y que el próximo año debería estar pactado el nuevo Régimen Especial Balear. Según el conseller, «ya hemos empezado a hablar con el Estado» del REB.
Fondo de solidaridad
El pleno, marcado por la tensión provocada con las preguntas sobre la muerte del inmigrante senegalés Alfha Pam (ver página 39), fue el primero al que asistieron los consellers y conselleras nombrados el pasado 2 de mayo. Algunos se estrenaron en el turno de preguntas. Ayer, sólo tenían que responder a cuestiones planteadas por su propio grupo, el PP. Eso permitió a Joaquín García (Economía) defender su proceso de reducción de la Administración pública y valorar de forma «positiva» la evolución de las cifras de empleo.
Sobre el sistema de financiación, no hay nada decidido, pero el PSIB entiende que puede haber algún punto de acuerdo, sobre todo en la negociación del Fondo de Sufiencia. El conseller indicó que los cerca de 1.850 millones que se reciben en Balears no garantizan un correcto funcionamiento. También se quejó de que el Estado haga ingresos a cuenta y que «sea un moroso con las comunidades autónomas».