El Govern ha decidido retirar de la fase de exposición pública la ley que abría la puerta a nuevas canteras y que posibilitaba la regularización de muchas instalaciones de las Islas que se encuentran en situación alegal. La razón es que Vicepresidència, el departamento que ha elaborado el texto, quiere consensuar el documento con los representantes de la oposición y con los sectores afectados por esta reforma legislativa.
La aprobación inicial del anteproyecto y su publicación en el BOIB del día 25 causó sorpresa porque el documento ni siquiera se había llegado a negociar abiertamente con los afectados. Por esta razón, el Govern ha decidido suspender la fase de alegaciones y negociar el documento sin prisas.
Fuentes del Ejecutivo precisaron, en cualquier caso, que el objetivo de la ley no es permitir la apertura indiscriminada de nuevas canteras, sino sólo de aquellas que sean necesarias por circunstancias realmente excepcionales. Las mismas fuentes aseguraron que la intención última es racionalizar el sector y arreglar situaciones ‘alegales' en las que se encuentran muchas de las canteras operativas.
La opinión
El portavoz de Més en cuestiones territoriales, Antoni Alorda, señaló que su partido podría llegar a aceptar la excepcionalidad, pero en ningún caso que haya «carta blanca» ni en la construcción de nuevas canteras ni en la legalización de las que ya existen.
Jaume Carbonero, del PSIB, recalcó que se trata de un asunto muy complejo ya que afecta directamente al paisaje, que es la principal riqueza de Balears. Recalcó que en estas cuestiones no debe regularse por la vía de la ley en exclusiva, sino que debe ir acompañada por una planificación mucho más exhaustiva que es la que da la aprobación de un plan específico.