Los agentes de policía que investigaron la trama del CDEIB sitúan al exconseller Josep Juan Cardona al frente de una organización criminal. Con total seguridad los inspectores jefe que se encargaron de las pesquisas dieron los mismos motivos: «Era todo tan evidente que era imposible que el ‘jefe' político no participara». Ese mismo argumento fue el empleado en la sesión anterior por los trabajadores del CDEIB que coincidieron en la época de Ordinas.
Los policías detectaron «ingresos millonarios» en las cuentas de Ordinas, su pareja Isabel Rosselló y de Kurt Viaene, no así, en las de Cardona. La actual inspectora jefa de Delincuencia Económica señaló que éste fue desde el principio uno de los objetivos de la investigación. Antes, otro agente admitió a preguntas del fiscal que si no se le detuvo antes fue porque era aforado.
Anotaciones
La declaración de los policías fue utilizada en parte por la Fiscalía para acreditar que los documentos personales de Maria Antònia Ordinas que se encontraron en la casa de ésta en Consell no han sido manipulados. Los agentes afirmaron que la exgerente no esperaba ser detenida: «Le exigían cuentas de su gestión, pero no podía pensar en una acción policial y judicial». Además, los papeles estaban completamente desordenados. La defensa de Cardona plantea que algunas anotaciones en las que se alude al exconseller se pudieron añadir con posterioridad. Esta es una de las principales pruebas documentales que constan contra el principal acusado.
Otro punto de fricción entre el letrado Miquel Arbona y la Fiscalía Anticorrupción es la presencia de agentes de policía que ayer declararon como testigos en la declaración judicial de varios acusados. El letrado planteó que no podían intervenir en el juicio. El fiscal Pedro Horrach, de forma vehemente recordó ayer que en la lucha Anticorrupción «es fundamental la coordinación entre la Fiscalía, la policía y el juez. Señaló que, en este caso se destruyeron ya documentos como las fotos comprometedoras con las que chantajearon a Cardona.