La música y las voces de la Orquestra Simfònica de Balears y la Coral Universitat fueron ayer un reclamo para que los ciudadanos llenasen la Catedral por una buena causa, el concierto solidario anual que acoge el templo a favor de Projecte Home. El recital, que dirigió Joan Company y en el que sonaron el Réquiem de Fauré y El cant del destí, de Brahms, fue presidido por la reina doña Sofía, que mostró su faceta más solidaria colaborando en esta cita benéfica.
La Reina ataviada con un abrigo naranja de primavera y zapatos dorados, llegó acompañada por su hermana, Irene de Grecia, y entre sus complementos destacaron unos pendientes de Isabel Guarch inspirados en el rosetón de la Seu
Ambas fueron recibidas a la entrada del templo por las autoridades civiles, eclesiásticas y militares, representantes de los rotarios y de Projecte Home.
El concierto, organizado por los Clubes Rotarios de Mallorca y Projecte Home, congregó a 1.500 personas que llenaron el templo –cerca de 300 entradas se vendieron antes del recital tras saltar la notica de la asistencia de doña Sofía–, según informó la Catedral. En el concierto cantaron como solistas, durante el aplaudido Requiem, la soprano Irene Gili y el barítono Joan Miquel Muñoz.