Los trabajadores de Orizonia han pedido hoy que haya una implicación política para solucionar «la situación prácticamente de quiebra» de esta empresa turística tras la reunión que han mantenido con el grupo parlamentario socialista en el Congreso.
Alfredo Herranz, responsable estatal de servicios turísticos de UGT, ha expresado su voluntad «desesperada» de «llamar a todas las puertas en las que se les atienda», incluida la del grupo popular, con el objetivo de buscar fórmulas para arreglar una situación que «es un drama, ya que supone que 5.000 familias vayan al desempleo».
Tras la reunión con los diputados socialistas Rafael Simancas, portavoz de Fomento, y con Valeriano Gómez, de Economía y Competitividad, éstos se han comprometido a solicitar «en el día de hoy» la comparecencia de los ministros de Fomento e Industria en la Cámara.
Herranz ha explicado que los trabajadores tenían «abierto» un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal y estaban haciendo «un esfuerzo» para mantener la viabilidad de la empresa, pero que eso «ya no tiene sentido» y ahora creen que «en breve recibirán un ERE de extinción».
A pesar de este «temor», los trabajadores de Orizonia tienen «esperanzas», pero creen que para ello tiene que haber «una apuesta política de primera magnitud».
Herranz ha recordado que Orizonia pertenece al fondo de inversión Carlyle que, «a pesar de que mueve miles de millones, está dispuesto a que 5.000 trabajadores vayan al paro por 10 millones».
Asimismo, ha lamentado que los trabajadores «no son los culpables pero, al final, como siempre, son los que acaban pagando».