Los diputados del Parlament balear no están sometidos a ningún régimen de incompatibilidad de forma que muchos de ellos compatibilizan sus ingresos del Parlament con los que les proporcionan actividades privadas.
La ley lo permite porque, a diferencia de lo que sucede con los cargos ejecutivos, ningún diputado tiene dedicación exclusiva. Lo que tienen es dedicación «plena» que, en palabras de un portavoz del Parlament, implica que se dedican de forma preferente a trabajar para la Cámara.
El sistema retributivo parlamentario se ideó en la legislatura 1999-2003, con un Parlament presidido por Maximilià Morales (UM) y en el que el PP se encontraba en la oposición por primera vez en 16 años de democracia.
El sistema
Los diputados pueden acogerse a la posibilidad de tener dedicación plena y cobrar un sueldo o tener dedicación parcial y cobrar una dieta por asistencia a las sesiones. La realidad es que de los 59 diputados, sólo hay cuatro que cobren dietas, además de los cinco presidentes de instituciones: Govern, Parlament y Consells.
Esos cuatro diputados pueden elegir entre cobrar una asignación fija mensual que varía en función de los meses (como aparece en el gráfico) o cobrar una dieta por asistencia a actos parlamentarios. Son 240,16 euros en el caso de asistencia a un pleno y 126,12 euros si se trata de una comisión.
En el caso de los diputados que tienen dedicación plena, y que son los 50 restantes del Parlament, las retribuciones varían desde los 79.833,46 euros que cobra la presidenta de la Cámara a los 57.406,16 que cobra un diputado medio sin cargos parlamentarios.
Otros sueldos
Entre uno y otro sueldo, quedan los 66.816,96 euros anuales que perciben los demás miembros de la Mesa, una cantidad similar a la de los portavoces de los grupos parlamentarios. Los portavoces suplentes perciben 63.308 euros y los portavoces de los grupos parlamentarios en las comisiones, 62.012,16, según la tabla salarial actualizada que se aplica desde enero de este año.
El sistema retributivo de los diputados siempre ha estado objeto de polémica ya que antes de que se aprobara el pago de un sueldo, los parlamentarios cobraban por asistencia a las sesiones parlamentarias. Se llegó a ver el caso de más de un diputado haciendo cola en las puertas de las comisiones para ocupar el puesto de algún diputado que no pudiera acudir y así cobrar su dieta.