Desde que llegó a Palma en la tarde del pasado lunes, el que será el próximo sábado nombrado como nuevo obispo de Mallorca, Xavier Salinas, está enfrascado en la preparación de la solemne ceremonia que tendrá lugar el próximo sábado a partir de las 11'30 horas. Durante estos días el prelado mantiene reuniones constante con los colaboradores más próximos, heredados de su antecesor, Jesús Murgui, encabezados por el actual administrador diocesano, Lluc Riera.
Además, Salinas, que el pasado domingo se despidió de la Diócesis de Tortosa de la que era titular, también atiende las cuestiones más domésticas, como es el traslado de sus enseres y efectos personales para instalarse en el que será su nuevo domicilio, el Palau Episcopal. En esta tarea le ayudan dos primas, con las cuales compartió el almuerzo al que cada día acude en la residencia sacerdotal de Sant Pere i Sant Bernat, dependiente del Obispado y situado junto al ábside de la Catedral, en la calle de Sant Bernat de Palma.
La ceremonia del sábado, que retransmitirán en directo IB3 y la emisora de COPE en Mallorca, contará con la asistencia del nuncio Renzo Fratini y 25 obispos –entre ellos tres cardenales– requiere una compleja organización y logística, entre otras razones porque el templo de la Seu estará abarrotada de fieles, alrededor de cinco mil. Distintas parroquias mallorquinas han fletado autobuses para trasladar a numerosas personas interesadas en estar presentes en la toma de posesión de la cátedra mallorquina por parte de Xavier Salinas y arroparlo en una jornada tan especial.
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de las primeras horas de la presencia de Salinas en Mallorca es que éste confía todos los detalles a los equipos existentes en la Diócesis, toda vez que no se ha hecho acompañar por nadie de su confianza en su anterior destino en Tortosa. También se ha valorado de manera muy positiva por el clero insular que su primer gesto tras ser nombrado nuevo obispo sea, como ya ha trascendido, oficiar la misa del próximo domingo en el monasterio de Lluc, a los pies de la Mare de Déu de Lluc, la patrona de Mallorca.