Las rebajas de 2013 serán un hito en la historia comercial española, puesto que la legislación queda abierta para que cada comercio lleve a cabo el periodo de descuento cuando estime oportuno, sin limitaciones de fecha o de duración. En Palma la liberalización se estrenó ayer como una jornada normal, con pocos establecimientos rotulados y las tiendas de las principales marcas y franquicias esperando al «tradicional» 7 de enero para ofrecer sus reclamos en precio.
Patronales de comercio y representantes de grandes firmas coincidieron ayer al señalar a este diario que «estaremos marcados por la debilidad en el consumo causada por la crisis económica», aunque en el caso de Mallorca su reclamo para incentivar las ventas difiere, pues el pequeño y mediano comercio local se sumó desde ayer a las rebajas mientras la mayoría de los grandes establecimientos prefieren esperar al próximo lunes «como fecha tradicional para nuestros clientes».
Esa decisión se expresó ayer en las principales calles comerciales de Palma a través de los escaparates, en la mayoría de los cuales no constaban los habituales reclamos de rebajas y permanecían en cambio las referencias a precios más económicos, instaladas en muchos casos desde la segunda quincena de diciembre.
Divergencias
Desde las patronales de pequeño y mediano comercio, Afedeco y Pimeco -en trance de unificación para representar al sector-, se expresaron ayer quejas por la completa liberalización de las rebajas «desde una normativa nacional que poco tiene que ver con el comportamiento de la población de la Isla», y se instó al Govern para que el próximo año «busque un acuerdo general».
Desde entidades como El Corte Inglés se mostraron partidarios de respetar el 7 de enero para iniciar sus principales descuentos «para respetar nuestro acuerdo de tantos años con nuestros clientes», señaló su relaciones públicas Toni Sánchez.