La decisión de las administraciones de eliminar la paga extra a los funcionarios, unos 86.000 en todas las Islas, va a tener un efecto más dañino que positivo, puesto que según el Centre de Recerca Econòmica (CRE), las grandes superficies englobadas en ANGED y las patronales del pequeño y mediano comercio Pimeco y Afedeco la medida va a restringir el consumo en todos los sectores productivos.
Los 86.000 funcionarios dejarán de ingresar unos 109 millones de euros (a 1.200 euros de media), «pero la cantidad que dejan de ingresar se tiene que multiplicar por dos, ya que el dinero que ingresan permite incrementar el consumo en el tejido productivo. La paga extra de Navidad se centra, principalmente, en las compras y regalos, mientras que la extra de julio se dedica a gastos en ocio y viajes», apunta el director del CRE, Antoni Riera.
En este sentido, la cantidad de 109 millones de euros se tiene que multiplicar por tres, según economistas, comerciantes y patronales, «porque es el impacto que hay en comercios, restauración, oferta complementaria y restos de sectores», de ahí los 300 millones. Todos coinciden en señalar en que los efectos de los recortes, en este caso, tienen más aspectos negativos que positivos para la economía balear».
Comercios y ANGED
Las patronales Pimeco y Afedeco puntualizan que las pagas extras «tienen un efecto dinamizador, ya que la cadena de gasto y consumo es progresiva. El hecho de que se haya eliminado la paga extra a los funcionarios va a tener repercusiones negativas, ya que se genera inseguridad, falta de confianza y, en consecuencia, una incidencia negativa en el volumen de ventas en el pequeño y mediano comercio. La paga de Navidad se dedica a compras, caprichos personales y regalos a la familia y amigos. Todo esto, en el caso de los funcionarios, desaparece de un plumazo, de ahí el efecto negativo que tendrá en la cuenta de resultados de muchas empresas».
Para las grandes superficies englobadas en la patronal ANGED, «la eliminación de este paga extra es muy perjudicial. El dinero que se cobra por este motivo tiene un efecto multiplicador muy dinámico en cuanto a actividad económica, ya que se benefician las grandes superficies y centros comerciales, así como toda la cadena de ocio y oferta complementaria, caso de cenas y comidas en restaurantes, regalos personales y, especialmente, en la compra de juguetes. Habrá que esperar al balance final de estas Navidades».
El presidente de Pimeco, Bernat Coll, añadió, por su parte, que la previsión es que por este motivo «bajen en torno a un 10 por ciento las ventas, lo cual agravará, aún más, la delicada situación que atraviesan los pequeños y medianos comerciantes desde principios de año».
Según los economistas, la medida de control del déficit por parte de las administraciones, tanto estatal como autonómica, «no está teniendo el efecto que se esperaba, ya que se ha restringido el consumo, lo cual tiene un efecto negativo en toda la generación de ingresos para las arcas locales y autonómicas vía impuestos, que bajarán al descender las ventas».