José María Rodríguez fue elegido el sábado presidente del PP de Palma con una amplísima mayoría de los votos. Asegura que, tras el congreso, toca mirar todos hacia adelante.
—¿Qué balance hace del congreso del sábado?
—Muy satisfecho de que el PP tenga la filosofía de un militante, un voto y que ha permitido que, a pesar de que sólo hubiera una candidatura, 1.600 militantes fueran a votar. Es un éxito.
—Pero el acto fue cualquier cosa menos tranquilo e incluso usted censuró que hubiera ‘observadores' de Isern y llegó a encararse con alguno.
—Hay que mirar la parte positiva y hay que poner la mirada hacia adelante. Los militantes pudieron votar y expresar su opinión y eso es lo importante en un partido.
—¿Estamos viviendo un divorcio entre el gobierno municipal y el partido?
—En absoluto. Si alguien ha dudado de que eso haya podido ocurrir, está claro que, desde el sábado, todos sabemos que somos uno. Sin partido no hay gobierno; ni en Cort ni en el Consell ni en el Govern. Y si el partido está fuerte, los gobiernos seguirán estando fuertes. Eso es lo que importa.
—¿Cree que Isern tiene el apoyo del PP?, ¿hay enfrentamiento Rodríguez-Isern?
—El alcalde tiene el apoyo de todos los concejales y es alcalde gracias a que tuvo el apoyo del partido. No hay que hablar de dicotomía entre Mateo Isern y José María Rodríguez. No hay enfrentamiento entre Isern y Rodríguez, sino complementariedad.
—¿Y cabe la posibilidad de que el alcalde abandone el cargo antes de que acabe la legislatura?
—No veo la más mínima posibilidad de que se vaya, porque ha sido elegido para toda la legislatura.
—Tras su imputación, ¿no pensó que era mejor no volver a presentarse?
—En ningún caso. Yo sé que no he hecho nada y por eso puedo ir por la calle con la cara bien alta. Durante estas semanas he recibido más apoyos que nunca de gente que me ha animado para que continuara.