El Govern estudia que el nuevo impuesto a las empresas de alquiler de vehículos previsto en los presupuestos autonómicos de 2013 pueda tener dos tramos, uno en temporada baja y otro en verano, a propuesta del sector afectado.
Esta alternativa es uno de los avances de las negociaciones que se llevan a cabo con los «rent a car», que amenazaron en su momento con cambiar de domicilio fiscal si este impuesto verde finalmente se imponía en Baleares, ha señalado el portavoz del ejecutivo autonómico, Rafael Bosch, en rueda de prensa tras el Consell de Govern.
Bosch ha explicado que la posibilidad de que existan dos rangos para los impuestos según la temporada turística, se debe a la estacionalidad propia de las islas.
En relación al resto de los nuevos impuestos, como el de envases o el grandes superficies que han tenido el rechazo de los sectores afectados, Bosch ha dicho que entiende la postura de estas empresas, pero que seguirán adelante.
«El Govern no se plantea echarlo atrás porque no nos cuadrarían las cuentas, ya que suponen aumentar ingresos para mantener los servicios públicos de la Comunidad», ha apuntado.