En diciembre de 2005, el Grup Parlamentari Socialista formuló dos preguntas por escrito al Parlament, ambas relacionadas con el Foro sobre Turismo y Deporte.
Días después el Govern, o en su defecto la Conselleria de Presidència, remitió una respuesta al Parlament mientras que la otra se ocultó. Dicha pregunta iba destinada a conocer la aportación que hizo el Govern al Forum Illes Balears. Lo que se pedía era la cantidad que se había acordado para financiar el proyecto y saber si se había abonado o cómo se iba a abonar.
Por escrito
Como es habitual, las preguntas se formulan por escrito en el Parlament. De ahí se envían a la Dirección General de Relaciones con el Parlament, organismo que dependía de la Conselleria de Presidència. El siguiente paso es hacer llegar las preguntas a la conselleria correspondiente y después hacer el mismo recorrido en sentido inverso.
Así, la Conselleria de Presidència tuvo las dos respuestas que se habían solicitado por escrito, pero se guardó las copias de facturas que ya se habían pagado al Instituto Nóos y sólo entregó al Parlament la respuesta a la primera pregunta que formuló el diputado Antoni Diéguez. Es decir, un resumen de la firma de colaboración entre la Fundación Illesport, Ibatur y el Instituto Nóos.
Toda la documentación, incluidas las facturas que se ocultaron al Parlament, fueron intervenidas en su día y están dentro del sumario de la 'operación Babel'.
La Fiscalía Anticorrupción las podría utilizar como prueba de que alguna persona, o personas, del Ejecutivo de 2005, ya sabían o intuían que el acuerdo con el duque de Palma no era del todo 'transparente'.
En concreto, y con referencia a los pagos efectuados en 2005, aparecen cuatro folios con el membrete de Nóos.
Las fechas de los pagos son el dieciséis de agosto, quince de septiembre, quince de octubre y doce de diciembre y los pagos que se efectúan son de 300.000 euros en cada factura, en la que no se detalla ningún concepto. Simplemente, aparece la cantidad con el IVA incluido, y un número de cuenta al cual se efectúa la transferencia.
Dicha transferencia se hace desde la Fundació per al Suport i la Promoció de l'Esport Balear.
Años después, cuando Diego Torres entregó las supuestas facturas, el fiscal descubrió que muchas de ellas no tenían nada que ver con las jornadas que se celebraron en Palma.