No habrá marcha atrás. El Govern desoyó ayer las quejas de todo el sector empresarial de las Islas y dio el primer paso para aprobar los Presupuestos de la Comunitat para 2013, unas cuentas que crean tres nuevos impuestos que afectan a los empresarios de las Islas. En el debate de ayer se rechazaron las enmiendas a la totalidad y se aceptaron a trámite.
Queda todavía un mes de tramitación y cabe la posibilidad de que se presenten enmiendas que modifiquen el texto, pero el vicepresident del Govern, Josep Ignasi Aguiló, fue contundente con quienes se oponen a las cuentas. «No estamos en política para hacer amigos», le dijo desde la tribuna del Parlament, cuando salió a defender el proyecto que ha elaborado su departamento.
El vicepresident hizo una encendida defensa del cumplimiento del déficit y del freno a la deuda y aseguró que la «reforma fiscal verde», como llamó a la subida de impuestos y a la creación de nuevos tributos, está pensada «para no dañar a los ciudadanos».
Los objetivos
«Hemos buscado efectividad recaudatoria, la efectividad ambiental, un impacto redistributivo y el mínimo rechazo entre los afectados», afirmó el vicepresident. Aguiló se mostró tajante al asegurar que los 3.574 millones de euros que gastará el año que viene el Govern «tendrán un marcado carácter social».
Muy diferente lo ve la oposición, que ayer pidió al Parlament que devuelva los Presupuestos al Govern para que elabore otros. La petición de PSOE y PSM-IV-ExM no salió adelante ya que el PP votó en contra.
La portavoz del PSOE, Francina Armengol, aseguró que los Presupuestos evidencian el fracaso del Govern para salir e la crisis y para conseguir que el Gobierno le pague lo que le debe. Armengol denunció que la enmienda del PP a los Presupuestos del Estado para que lleguen 92 millones no incluye ninguna cantidad. «Es papel mojado», dijo, a lo que el PP respondió que el dinero llegará.
Joana Lluïsa Mascaró, del PSM-IV-ExM también denunció la sumisión Bauzá al Gobierno de Mariano Rajoy al no reclamar el dinero que le corresponde y aseguró que la partida de ingresos está hinchada de manera artificial. «Se han dedicado a fiestas y saraos durante el verano en lugar de a luchar para que llegue el dinero que nos toca», dijo.