Balears es la comunidad con menor demanda de mano de obra cualificada y esta situación se ha agravado con la crisis económica. Esto redunda en que en los últimos cuatro año ha bajado aún más la tasa de estudiantes universitarios, que ya antes era la más baja del Estado, lo cual tiene un efecto directo en el abandono escolar prematuro.
Estas son algunas de las conclusiones del recoge el Anuari de l´Educació de les Illes Balears 2012, presentado ayer y realizado en colaboración por la UIB y la Fundació Guillem Cifre de Colonya.
El estudio La experiencia de un proyecto docente bilingüe en la Facultat d´Economia i Empresa de la UIB , uno de los 19 que recoge el anuario, explica que, al contrario que otras autonomías, Balears sigue sin diversificar sus fuentes de producción, con el turismo como único motor, el cual sigue reclamando mano de obra poco cualificada, y más aún con la crisis, «por eso los estudiantes de Secundaria tienen la sensación de que alargar sus estudios con la universidad es poco productivo».
Las cifras son claras, el 40,8% de los jóvenes entre los 18 y los 28 años no ha completado la ESO, frente al 31% nacional y el 14,4% de la UE. En España un 33% de las personas en activo tienen estudios universitarios, en Balears es el 21%. Y el peso de la población ocupada con estudios superiores (25,9%) es el más bajo de todas las comunidades.
Abuso sexual
Otro de los trabajos confirma que las Islas tiene la menor esperanza de vida escolar a los 6 años (11,6 años) o la menor tasa neta de escolarización a los 16 años (81,4%).
El abuso sexual infantil entre los estudiantes universitarios también es el objeto de análisis de otro de los trabajos, realizado entre una muestra empírica de 480 universitarios, que concluye que el abuso afecta al 14,6% de este grupo de población, un 18,73 por ciento de las mujeres y el 5,37 por ciento de los hombres.
El Anuari ha sido dirigido por Martí March, catedrático de Sociologia de l´Educació, y el Grup d´Investigació i Formació Educativa i Social (GIFES) de la UIB.
En su presentación, March alertó de las consecuencias de los recortes en el ámbito educativo, que, entre otros peligros, «pasan por un retorno al elitismo educativo».