Las asociaciones empresariales de alquileres de vehículos Baleval, Aevab, Feneval, así como la CAEB y la Federación Empresarial Balear de Transporte (FEBT) mostraron ayer al vicepresidente económico del Govern, José Ignasi Aguiló, su oposición frontal al impuesto que se quiere implantar a partir de la próxima temporada turística (abril-mayo) por motivos medioambientales.
Todas las patronales del transporte mostraron su malestar por este impuesto, «porque restará competitividad al sector en Balears con respecto al resto del Estado», indicaron sus representantes.
Desde la FEBT apuntan que «el mismo obedece a una imposición no consensuada y que ni siquiera es compartida por el Gobierno central, según manifestó el propio ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, en la pasada feria de la World Travel Market de Londres».
En opinión del sector, este tributo supondrá una dificultad más para la viabilidad de las empresas de alquiler de vehículos de las Islas y, al mismo tiempo, «contribuiría todavía más al estancamiento de la economía y la competitividad del sector turístico en Balears».
Recaudación
El vicepresidente Aguiló indicó que el Govern tiene previsto recaudar, como mínimo, 15 millones de euros con este impuesto, al mismo tiempo que comunicó a las asociaciones de coches de alquiler que se sancionará con 600 euros a todas las empresas que no declaren la flota de coches que tienen.
El Govern pretende cobrar entre 3,5 y 9 euros por día según el grado de emisión de CO2, además de una cuota variable dependiendo del kilometraje. Esto supondrá, según las empresas, un encarecimiento de hasta un 18% en el precio final del alquiler de coches.