El conseller de Educación, Cultura y Universidades, Rafael Bosch, ha negado hoy que la ley de convivencia escolar y autoridad del profesor pretenda limitar la libertad de cátedra, mientras que el PSIB-PSOE le ha pedido que retire el borrador del borrador.
Bosch ha contestado hoy en el pleno del Parlament a la diputada socialista Esperança Marí i Mayans, que ha preguntado si el Govern considera que limitar la libertad de cátedra contribuye a mejorar la calidad de la educación.
«Para mí la libertad de cátedra es sagrada», ha dicho el conseller, que ha explicado, no obstante, dos sentencias del Tribunal Supremo que señalan que en niveles educativos inferiores al universitario esta libertad debe regirse bajo las normas básicas y el programa curricular.
Las resoluciones judiciales indican que las actuaciones de los profesores deben perseguir los intereses ciudadanos generales y atender a la imparcialidad, así como evitar la expresión de posiciones particulares, familiares o clientelares.
En conclusión, se trata de «coordinar la neutralidad ideológica como renuncia ante cualquier forma de adoctrinamiento», ha señalado el conseller de Educación, quien ha insistido en que la ley de convivencia escolar defiende «la libertad de ideas y convicciones de cada profesor asume como propias en relación a la materia objetiva».
Para la diputada socialista, esta futura ley «reduce a la mínima expresión la libertad de cátedra» y veta la expresión de ideas políticas y sociales y a pesar de que habla de autoridad de profesor se han vetado los seminarios de convivencia en los centros docentes. Además, ha acusado al Govern de haber realizado un borrador de ley superficial para «enmascarar» el tema real que, según Marí, consiste en que el Govern es «alérgico a las expresiones de opiniones» como las de diversos sectores de la comunidad educativa que han manifestado su desacuerdo con las políticas educativas del gobierno del PP.
Marí se ha preguntado cómo se pueden impartir asignaturas como filosofía, historia o literatura sin defender las propias ideas. «¿Cuál sería buena, la de Vicens Vives o la de Menéndez Pidal?», ha indicado.
En este sentido, ha pedido que el Govern retire el proyecto porque va en el «camino de un PP radicalizado que solo representa a una minoría extremista».