El Instituto de Política Familiar de Baleares (IPFB) ha afirmado que cuatro de cada diez personas en Baleares son dependientes, lo que la convierte en «una de las CCAA con menos índice de dependencia» pero ha alertado de que «la tendencia se está invirtiendo y vuelve a crecer el índice de dependencia» lo que puede tener «consecuencias económicas, como que menos gente activa mantendrá a más gente pasiva, y sociales, como el aumento del gasto público en asistencia social».
Según los últimos datos del publicados por el INE (Indicadores Sociales 2011) recogidos por el IPFB el índice de dependencia demográfica en Baleares es del 44,80%. Este indica --según explican en un comunicado-- que las personas que supuestamente no son autónomas por razones demográficas (la edad), es decir, los ancianos ( mayores de 65) y los muy jóvenes ( menores de 15), se relacionan con las personas que supuestamente deben sostenerlas con su actividad (15-64).
Desde el IPFB piden al Govern la redacción de una Ley de protección de la familia para ayudar a la dependencia ya que a medida que la tasa se incrementa, «aumenta la carga que supone para la parte productiva de la población mantener a la parte económicamente dependiente (ancianos y niños)».
Por esto, dicen que las previsiones presupuestarias en educación, sanidad, pensiones y otros gastos sociales «deben ajustarse como consecuencia de ello, además de cambiar su composición».
Dicha Ley de protección de la familia es «una promesa electoral que aún no ha desarrollado», como ya se han realizado en varias CCAA, y tiene que dar --según piden-- los instrumentos necesarios a la familia para cumplir la misión de ayuda a dicha dependencia, ya que dicha carga no podrá ser asumida en un futuro por la administración.