El conseller de Educación, Rafael Bosch, ha reprochado este martes en el pleno del Parlament al PSIB-PSOE que en el tiempo del Pacte «nadie tuvo coraje político» para realizar «un decreto de inmersión distinto al del 97» y ha afirmado que con la política que se está llevando a cabo desde su cartera «se está dando más libertad a los padres».
Bosch ha contestado así a la pregunta de la socialista Cristina Rita que hacía referencia a por qué la comunidad educativa de Baleares ha tenido que saber de las intenciones del conseller respecto al decreto 92/1997, conocido como el decreto de mínimos, por un canal de televisión privado.
Así, el conseller ha afirmado que como «prueba de respeto», el borrador de la modificación está colgado en la web para que se pueda acceder a él y ha señalado que en las recientes votaciones gallegas «un modelo similar ha sido refrendado por gran parte de la población, e incluso por los socialistas».
Rita, por su parte, ha señalado que Bosch «traslada el conflicto lingüístico a los centros inútilmente» y «ataca a la libertad de los padres», porque con el «decreto muestra desconfianza hacia ellos» y, además, «castiga al profesorado», porque «aumentará la carga burocrática» y al alumnado, porque influirá en «la calidad de la enseñanza».
JS, yo no he dicho que TÚ equipares el castellano al nivel de lengua extranjera por detrás del inglés, lo que he dicho es que ésa es la situación del castellano en la enseñanza ahora mismo en Baleares, y lo afirmo ateniéndome a la edad a la que se empieza a estudiar castellano (6 o 7 años) frente al inglés (3 años), y al número de horas a la semana que se dan de ambas asignaturas. Eso por no hablar de la desaparición casi total del castellano en las circulares, boletines de notas y cualquier medio de comunicación oral o escrita entre los colegios y las familias. Es más, me apuesto lo que sea a que si los niños se ponen a hablar inglés entre ellos, no se les regaña, como hacen en algunos sitios, sino que se les alaba la iniciativa.