El coordinador de los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha) en las Islas, Luis Tato, cifró ayer el fraude fiscal y laboral en Balears en 1.000 millones al año, afirmando que con un «plan decidido y eficaz de lucha contra el fraude» se podría recaudar la mitad de esta cantidad.
Un centenar de funcionarios de Hacienda y otros empleados públicos convocados por la plataforma sindical en defensa del estado de bienestar, se concentraron ayer frente a la sede de la Delegación de Hacienda de Palma para protestar contra los recortes del Gobierno y pedir un empuje a la lucha contra el fraude.
Tato explicó que si el Gobierno aplicara un buen plan de lucha contra el fraude en las Islas se conseguirían recuperar para las arcas públicas 500 de los 1.000 millones que se pierden cada año, de manera que la comunidad se colocaría en la media de economía sumergida de los países europeos vecinos. Actualmente en países como Francia o Alemania el mercado negro supone un 10 % del PIB, mientras que en Balears es el 20 % y la media de España es del 23 %.
Comunitat
Gran parte de estos 500 millones extra que se podrían recaudar, afirmó Tato, revertirían en las arcas de la Comunitat Autònoma, ya que los impuestos donde se detecta un mayor fraude son el IVA y el IRPF, que Balears recauda al 50 % con el Estado.
Por lo que hace referencia al fraude laboral, Tato apuntó que se ha detectado un aumento de personal asalariado en empresas que ha pasado a trabajar sin contrato y sin estar dado de alta en la Seguridad Social.