El exconseller balear de Turismo y expresidente de Unió Mallorquina (UM) Miquel Nadal ha sido condenado a cuatro años de prisión por malversación de fondos públicos por la Audiencia de Palma, que considera probado que ordenó pagar a un compañero de partido por un trabajo ficticio.
El tribunal ha impuesto a Nadal la pena que solicitaba para él la Fiscalía Anticorrupción, que le acusaba de regalar 13.000 euros al exconcejal de Turismo de Sóller Tomás Plomer a través del Instituto de Estrategia Turística (Inestur), unos hechos que también constituyen, según la sentencia, un delito de prevaricación administrativa por el que se le inhabilita por ocho años.
Además, han sido condenados a un año y medio de cárcel por malversación tanto el exgerente del Inestur Antoni Oliver, como la directora de este organismo, Luisa Tortella, mientras que el beneficiario de la malversación, el citado Plomer, ha sido sentenciado con un año de prisión, y el exdirector general de Promoción Joan Sastre, con diez meses.
Nadal, que fue conseller de Turismo en la pasada legislatura en el Govern del Pacto de Progreso, en el que UM formó coalición con PSOE y PSM, ya está condenado a dos años y siete meses por el llamado «caso Maquillaje».
La sentencia considera que en el juicio quedó demostrado que en 2008, cuando era el responsable del área de Turismo del Govern balear, Nadal prometió a su compañero de partido y concejal de Sóller Tomás Plomer que le compensaría por «actividades que había realizado» para UM con el fin de asegurarse su «fidelidad» política.
Para ello, según el fallo, ordenó a sus subordinados, y también correligionarios, Oliver y Sastre que adjudicaran un contrato menor al concejal a través del Inestur para dar apariencia de legalidad a la contraprestación, instrucción que éstos trasladaron a la directora de este organismo, «que no puso reparo alguno».
El exconseller veló por que el procedimiento fraudulento se completara y ordenó a principios de 2009 que se abonaran 13.000 euros a Plomer por un trabajo de creación de contenidos para unas pantallas táctiles de información turística, una labor que el beneficiario jamás realizó, según ha sentenciado la Audiencia.
Nadal mantuvo durante el juicio que él nunca intervino en el contrato y que sus antiguos subordinados actuaban por despecho después de que se alinearan en bandos diferentes durante la crisis que acabó con la disolución de UM, provocada por numerosos casos de corrupción que implicaban a la práctica totalidad de los dirigentes del partido.
El exconseller fue condenado a dos años y siete meses de cárcel el pasado mes de julio a raíz de otro juicio por corrupción en el que sí admitió haber cometido irregularidades, una confesión que reforzó las pruebas contra su antigua mentora política y principal líder histórica de UM, Maria Antònia Munar, condenada en aquel caso a cinco años y medio de cárcel.