La Agencia Tributaria de las Illes Balears (ATIB) está incentivando al máximo los controles en las operaciones de compraventa de todo tipo de inmuebles en Balears, principalmente en viviendas usadas, para ver si el precio pagado se ajusta al valor real de referencia fijado con los criterios de selección y comprobación de la ATIB, ya que en caso contrario obliga a realizar liquidaciones complementarias en aplicación del impuesto sobre transmisiones patrimoniales (itp).
La ATIB realiza este control a la hora de comprobar el pago del citado impuesto, que en Balears es del 7 % sobre el precio final pagado. El director de la ATIB, Alberto Roibal, afirma que el 8 % de las operaciones de compraventa de pisos realizadas en Balears «tienen que realizar una liquidación complementaria al no cuadrar el precio de venta con el valor real del inmueble, por lo que el comprador tiene pagar otro 7 % extra de IPT sobre el desfase entre lo pagado y el valor real».
Esta presión fiscal ha provocado un movimiento generalizado en notarías y bufetes de abogados especializados en fiscalidad de Mallorca y resto de islas, provocando además un malestar generalizado en el sector inmobiliario.
El hecho en cuestión es que la ATIB «no se mete en las operaciones de compraventa, ya que se tratan de acuerdos entre un vendedor y un comprador. Hay libertad absoluta, pero sí que podemos intervenir a nivel impositivo si el precio de adquisición es inferior al valor del piso».
Fuentes inmobiliarias puntualizan que en la actual coyuntura de crisis, con el mercado en recesión en este sector, «el propietario de una vivienda que quiera venderla se ve afectado por la crisis ya que no puede poner en venta el inmueble al precio que deseara, sino el que le marca la propia coyuntura económica, que es a la baja. No entendemos esta presión fiscal, así como los baremos que utiliza la ATIB para fijar el valor real del inmueble, más en una situación de recesión».
La ATIB manifiesta que se limitan a cumplir la legalidad en esta materia.