Unos 300 empleados del Ayuntamiento de Palma han protagonizado una ruidosa manifestación en la plaza de Cort hoy, primera de las cinco jornadas de paros parciales convocadas en protesta por la bajada de las retribuciones y la ampliación del horario de funcionarios e interinos.
Los concentrados, muchos de ellos vestidos de negro, han hecho sonar sirenas y silbatos, además de detonar algunos petardos, al tiempo que exhibían carteles con lemas en contra de los recortes aplicados por el gobierno municipal.
Minutos antes de que diera comienzo el paro de dos horas (12.00 a 14.00 horas) que se repetirá diariamente hasta el viernes, el alcalde de Palma, Mateo Isern, ha expresado su respeto por los empleados municipales, a los que ha agradecido su «gran esfuerzo».
No obstante, Isern ha recordado que el equipo de gobierno municipal acordó con los representantes de los trabajadores un plan de aplicación de la ampliación de la jornada en media hora al día que luego los funcionarios rechazaron.
«Están en su derecho. Si encuentran que eso es lo pertinente, no tengo nada que decir», ha incidido el alcalde, que ha vuelto a ofrecer diálogo para «evitar estas situaciones» derivadas de la aplicación de un decreto «de obligado cumplimiento» impuesto por el Gobierno central.