La Cámara de Comercio de Mallorca ha mostrado este viernes la «preocupación» del sector comercial de la comunidad ante las últimas medidas adoptadas por el Gobierno central en materia de comercio al entender que inciden «sobre el equilibrio del actual modelo comercial con la dudosa posibilidad de que afecte positivamente al consumidor».
El texto, que fue elaborado en la Comisión de Turismo Interior de la Cámara, aúna la postura de las grandes empresas comerciales y del pequeño comercio tradicional de la isla y explica que el marco regulador propuesto por el Ejecutivo central «altera el equilibrio de formatos consolidado y comúnmente aceptado».
Asimismo, el texto considera nocivo un incremento de la fiscalidad al considerar que conllevará un mayor descenso del consumo, a la vez que rechaza el proyectado impuesto a las grandes superficies.
Según explican, «no puede ser un instrumento que retraiga el consumo y afecta así negativamente a los márgenes de las empresas y su viabilidad. El conjunto de administraciones, pueden considerar que un aumento de la presión implica una mayor recaudación» pero se logrará el efecto contrario, han detallado, por la retracción del consumo.
Por otro lado, en relación al impuesto que afectaría a las grandes superficies comerciales, basado en un teórico impacto sobre el territorio, la Cámara indica que la preservación del territorio «debe hacerse desde una ordenación que no sea expansiva, producto de una época caduca» y recuerda que el modelo comercial de las islas está en su penetración en la trama urbana.
Además, solicita que la cuestión de las zonas de afluencia turística sea tratada «con racionalidad y criterios previsibles y constantes».
Por todo ello, la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, a través de su Comisión de Comercio Interior, se pone a disposición de las administraciones para definir una estrategia comercial a largo plazo que, en un marco de consenso, encuentre la vía adecuada de interpretación de la liberalización del mercado y su trasposición a las islas.