Jesús Murgui será, a partir de esta tarde, el nuevo obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, una ceremonia que estará presidida por el nuncio Renzo Fratini y una ventiena de obispos, cardenales y arzobispos. Desde Mallorca se han desplazado alrededor de 150 personas para asistir a la toma de posesión en una delegación encabezada por el vicario general Lluc Riera y en la que también estarán los canónigos Teodor Suau y Joan Bestard, en representación del Capítulo de la Seu.
La toma de posesión de Murgui cumplirá con la tradición de llegar al templo a lomos de una burra blanca, 'Pepita', además de un periplo que incluye diversas etapas en Cox o en la ermita de San Antón.
El relevo de Murgui abre la incógnita de su sucesión, un proceso que comunicará el nuncio la misma tarde del sábado, que será cuando dé a conocer si se designa un administrador apostólico -un obispo de otra diócesis, probablemente de Menorca o Eivissa- o uno diocesano, que sería un sacerdote de la Diócesis de Mallorca, a la espera del sucesor de Murgui.
En este último caso se tendrá que reunir el Colegio de Consultores del Obispado de Mallorca. Este organismo lo integran el vicario general, Lluc Riera; el vicario judicial, Nadal Bernat; el rector de Campos, Francesc Munar; el vicario de Asuntos Económicos, Antoni Amorós; el rector de la parroquia de la Resurecció de Palma, Miquel Serra; el rector del Seminari, Antoni Riutort, el director de Cáritas, Antoni Vera; y Pere Torres como presidente del organismo.
Todos los rumores indican que Lluc Riera podría ser el próximo adminnistrador diocesano. La interinidad del obispado podría prolongarse durante varios meses hasta la designación del nuevo prelado.