El director del Centre de Recerca Econòmica (CRE) de Balears, Antoni Riera, pidió ayer a los agentes económicos, sociales y políticos de las Islas una respuesta conjunta a la crisis ante una situación de «alerta roja», y añadió que «todos deben darse la mano» porque el desarrollo de las Islas está «en juego».
El máximo responsable de este organismo integrado por la Universitat de les Illes Balears (UIB) y Sa Nostra afirmó ayer que es necesario este acuerdo para salvar el futuro de la economía balear, y no ya de la actual generación, sino de las futuras.
Las políticas que se están aplicado «no están dando resultados; por más que nos esforzamos los resultados no son los que tocan», subrayó Riera, para quien la respuesta al «virus de la crisis» en Balears no debe solo individual a nivel institucional y política, empresarial o sindical, sino «colectiva», puntualizó.
Conflicto
«Con el conflicto no lo conseguiremos», puntualizó el economista, matizando que considera necesario «ponerse las pilas» para garantizar el bienestar e impulsar la innovación y la competitividad del archipiélago.
El CRE mantiene por el momento un decrecimiento económico para las Islas para este año del 0,5 %, recordó Riera, sosteniendo que el actual modelo turístico está «agotado», lo que se demuestra al comprobar que continuamente se están rebasando los récords en la llegada de visitantes, pero ni aumentan los ingresos ni los puestos de trabajo.
«Es necesaria una nueva manera de hacer las cosas: no podemos seguir duplicando esfuerzos o dispersando iniciativas, necesitamos que mejore el sistema en conjunto», ha mantenido Riera con ocasión de la presentación del informe económico y social de las Islas de 2011, que se cerró con un crecimiento de la economía balear del 0,3 %, que resulta «insuficiente», puntualizó Riera.
El año pasado concluyó con un crecimiento del 0,9 % del sector servicios, mientras que cayeron la industria y la construcción en un 0,9 y un 2,9 %, respectivamente.
En opinión del profesor de la UIB, el problema es que la crisis por la que atraviesa Balears es estructural y no coyuntural, por lo que es necesario iniciar un proceso de transformación de la economía «capaz» de crear riqueza y ocupación, algo que no está sucediendo ni prevé que ocurra si se prosigue con el actual sistema productivo y empresarial.
Balears «tiene futuro -afirmó Riera- pero hay que afrontar la realidad de una manera diferente» y añadió que «no se trata de de buscar culpables sino de buscar consensos».