Las obras del bulevar del Palacio de Congresos se retrasarán hasta el primer trimestre de 2013, según confirmaron ayer desde el Ajuntament de Palma, que inicialmente había anunciado que comenzarían el próximo mes de octubre.
Sin embargo, desde la regiduría d'Infraestructures argumentaron que la paralización de las obras del Palacio de Congresos ha permitido que el bulevar no se tenga que hacer con tanta premura, ya que los congresistas no vendrán en la primavera del próximo año como estaba previsto, y se podrá cerrar el convenio con el Consell de Malorca antes de iniciar los trabajos. Aunque ambas instituciones están de acuerdo en el proyecto a desarrollar y en que cada una asuma el 50 % del coste, aproximadamente, aún faltan algunos flecos por cerrar para firmar el convenio.
Cesión
Uno de los principales escollos es la cesión del bulevar, ya que desde el Consell de Mallorca consideran que para destinar más dinero del que le corresponde tienen que justificarlo y una forma de hacerlo sería con la cesión del mantenimiento de la vía. Además, argumentan que si deja de ser una autovía y se transforma en calle la competencia es municipal y no insular.
En concreto, al Consell de Mallorca le corresponden hacer los trabajos de carreteras, cuyo coste es de unos 900.000 euros; mientras que el Consistorio palmesano tendría que asumir los trabajos de pavimento, jardinería, etc., que ascienden a unos 2,2 millones de euros. Ambas instituciones están de acuerdo en repartir los costes a partes iguales pero aún no han concretado como hacerlo; en los próximos días habrá un encuentro entre las dos instituciones.
Respecto a la duración de las obras, se calcula que los trabajos estén finalizados en unos seis meses. Los primeros en comenzar serían los del Consell de Mallorca, ya que no se tienen que licitar. Salvo que las obras comiencen muy a principios de año, los trabajos no estarán finalizados para el inicio de la temporada turística. Desde el Consistorio palmesano restaron importancia a este asunto y aseguraron que se encontrarán los mecanismos adecuados para que las obras no afecten a la circulación.