El gobierno municipal y los sindicatos dieron ayer un paso muy importante para evitar la huelga con la que se amenazaba por la aplicación de las 37,5 horas semanales, en cumplimiento de la Ley General de Presupuestos aprobada por Madrid. En concreto, tras más de tres horas y media de negociación y varias ofertas, el gobierno municipal propuso por escrito que los funcionarios trabajen media hora más cada día y que se reduzca diez minutos el tiempo del desayuno (20 minutos en lugar de 30) para que puedan salir 10 minutos antes. Esto supone que los funcionarios trabajen 20 minutos más cada día, pero que tengan 10 minutos menos para desayunar.
El equipo de gobierno aceptó la propuesta de los sindicatos de comenzar a aplicar la ampliación de la jornada laboral a partir del 1 de octubre, en lugar de a partir del 15 de septiembre como estaba previsto, para continuar con las negociaciones.
La presidenta de la Junta de Personal, Toñi Tovar, manifestó que estudian la propuesta, que el próximo lunes someterán a votación de los trabajadores en asamblea; el martes se volverán a reunir con el gobierno municipal para comunicarles si la aceptan o no.
El portavoz municipal, Julio Martínez, advirtió que si la rechazan se aplicará la propuesta inicial, que consiste en trabajar 30 minutos más cada día. Por su parte, la teniente de alcalde de Funció Pública, Irene San Gil, destacó que la ampliación de la jornada laboral permitirá ofrecer más servicios a los ciudadanos (estudian abrir algunas oficinas de servicios sociales por la tarde) y ahorrar dinero, ya que no tendrán que hacer prácticamente horas extras ni contrataciones temporales.