La decisión del Consell de Mallorca de importar basura procedente de otras ciudades de Europa no ha gustado nada en el municipio de Bunyola, donde se ubica la planta incineradora. El equipo de gobierno de esta localidad, formado por PP-AVI, envió ayer un comunicado en el que reitera su rechazo «total» a la incineración de residuos procedente de fuera de Mallorca y asegura que se «anteponen» intereses privados de una empresa frente a los «intereses de las personas».
A pesar de la oposición del Ajuntament de Bunyola, la decisión de importar basuras ya está tomada y los primeros barcos llegarán al puerto de Alcúdia a principio de 2013, según aseguró ayer la consellera de Medi Ambient del Consell de Mallorca, Catalina Soler.
Las bolsas
Soler, acompañada por el director de Residus del Consell, Antoni Serra, y del conseller de Presidència de la institución, Jaume Joan, mostraron a los periodistas bolsas con los residuos previamente tratados que llegarán a la Isla y por lo que se cobrará entre 70 y 80 euros por tonelada.
«Son residuos pretratados; no huelen, no ensucian», señaló la consellera de Medi Ambient, quien insistió en llamar «combustible» al material que llegará de otros puntos de Europa.
La consellera reiteró que de no importarse este material la tarifa debería incrementarse un 50 por ciento ya que la ley no permite una nueva ampliación de la concesión a Tirme. «Me están pidiendo que cometa una ilegalidad», dijo Soler de la oposición, a la que acusó de «demagogia» y de hacer un «papelillo».